Intenté alegar que no había cometido ninguna infracción y recibí una escueta y terminante respuesta: "Venía hablando por el celular y está prohibido en Washington DC". Pensé en el momento; "¡lo pesqué en un error!" y dije en tono mesurado; "Pero estamos en el estado de Maryland donde no existe legislación contraria al uso del celular cuando se conduce". La respuesta llegó de inmediato y, con una sonrisa piadosa, el funcionario alegó; "Señor, todavía está en DC, faltan dos bloques (dos cuadras) para llegar a Maryland".
Tomé la boleta blanca, con la hora y la infracción cometida y la obligación de pagar 100 dólares de multa, aunque siempre con la posibilidad de intentar una defensa, en forma personal o por medio de una carta, si pienso que me asiste razón. Pero en realidad no contaba con muchos argumentos, mejor dicho ninguno, a mi favor. Decidí continuar la marcha y enviar el cheque, no sin antes aceptar un pequeño libro que me había ofrecido de regalo el inspector bajo el pomposo título: "Los riesgos para el conductor".
En los últimos tiempos se ha incrementado una gigantesca campaña a favor de la prohibición de usar el celular cuando se conduce un vehículo. Y la gente lo resiste aun con aplastantes estadísticas en contra.
Los peligros que encierra el conducir un automóvil hablando directamente por el teléfono celular o con el llamado sistema de manos libres equivale a ir tras el volante con 0,08% de alcohol, grado considerado por las reglamentaciones como estado de ebriedad. En estos casos las sanciones son mucho más graves y pueden costar el retiro del permiso de conducir por un largo tiempo y definitivo en la reincidencia. Por ahora, son más benignos con la infracción del celular.
Hay sólo 10 estados y DC de los 50 y la Capital Federal que han legislado contra el celular en los vehículos, pero la campaña publicitaria, y el "lobby" que impulsa el Consejo Nacional de Seguridad para sensibilizar a la Casa Blanca y el Congreso de una legislación federal que prohíba a todos los conductores el uso del celular, sobre el oído o con manos libres, presiona más, día a día. También esa interdicción se reclama se haga extensiva al envío de mensajes de texto, uso de computadoras, videos o GPS.
Por ahora la publicidad no va más allá de carteles, avisos en prensa, TV y radio y volantes que reparten en comercios. Pero los asesores de la Seguridad Nacional con convencimiento dicen que en el correr de 2010 la medida regirá con todo su vigor en el gigantesco territorio estadounidense.
El conductor americano es normalmente un ser muy respetuoso de las normas de tránsito. Pocas veces en las calles o en las rutas se aprecia que no se cumplen las señales o los máximos de velocidad o viajan más personas de la capacidad establecida de acuerdo con el vehículo. Y se observa también que cuando se asiste a una reunión o a una fiesta, una de las personas que irá conduciendo, junto a otros pasajeros, no bebe alcohol, no sale de la bebida refrescante o el agua.
Y según un estudio de la Universidad de Utah, se calcula que más de 100 millones de estadounidenses hablan por los teléfonos celulares mientras conducen. A su vez, una encuesta llevada a cabo por la Nationwide Insurance Company descubrió que el 81% de los poseedores de permiso admiten que hablan por celular conduciendo. Y un estudio de la Universidad de Virginia Tech encontró que el 80% de los accidentes se originan por falta de atención del conductor.
Las cifras que dio a luz la Universidad de Harvard son verdaderamente alarmantes. Un estudio sobre análisis de riesgo dejó al descubierto que conducir usando el teléfono celular significa algo más del 6% de los accidentes cada año a nivel nacional. Eso equivale a 636.000 accidentes, 130.000 lesionados, 12.000 con resultados graves y 2.600 muertos. El mismo informe ubica en 43 mil millones anuales el costo de los accidentes relacionados con el uso del celular en el vehículo.
Los expertos del Centro de Investigaciones de la Seguridad en las Carreteras señalan que "existen suficientes pruebas que justifican plenamente la prohibición del uso de celulares, aun con manos libres, para la persona que conduce un vehículo. Los estudios científicos y estadísticas confirman la necesidad de una legislación única en todo el territorio nacional. Y además, debería usarse tecnología que obligue a desconectar los celulares al encender el motor del vehículo, que la hay", argumentan.
La cifra
80% Es el porcentaje de accidentes que se originan por falta de atención, según un estudio de la Universidad de Virginia Tech.
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